miércoles, 23 de enero de 2008

Portraits d'Antiquités



1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi duende querido,
Veo que sigues bebiendo en los charcos londinenses y soñando viejas brumas como inspiración. ¿O soy sólo yo la que identifica ese sombrero con cierto pasado feliz y tortuoso, único y absurdo. Inolvidable.
Enhorabuena, mimeri. Me encanta lo que veo. Tienes que venir a verme y a salpicarme de esa frescura que no te abandona nunca. La ligereza de las mujeres que, como las cometas, nunca abandonan la niñez. Vente, mimeri, y coge mi mano, acompáñame un poquito y tiñe de colores este pozo grisáceo lleno de papeles y burocracia.